La vida de un freelancero puede ser un sueño. Evitar el tráfico todas las mañanas, despertarte tarde para trabajar en pijama e ir a clase de spinning a medio día, son solo algunas de las ventajas de trabajar por tu cuenta. Sin embargo, para los que apenas comienzan a trabajar de manera independiente, puede que vivan una etapa fuerte de cambio. Y, debes estar consciente de que dirigir tu propio negocio viene con algunos desafíos.
1. Cuidado con la soledad
Cuando trabajas en una oficina, hay días en los que no quieres que nadie hable contigo ya que podrían romper tu concentración y detener tu momento de inspiración. Pero por el otro lado, cuando trabajamos solos por nuestra cuenta nos pasa lo contrario, extrañamos el poder hablar con nuestros colegas. Aunque cuando trabajas por tu cuenta sueles platicar con tus clientes por mail, Skype, teléfono y otros medios digitales, la verdad es que nunca suele ser lo mismo con el compañerismo que tenemos con los colegas de la oficina y esto nos puede llevarnos a sentirnos bastante solitarios.
¿Cómo puedes prevenir la sensación de soledad? Programa citas con amigos y colaboradores que tengan un horario laboral como el tuyo, esto les servirá a los dos para acompañarse, platicar un poco y para tener un punto de vista diferente al tuyo de vez en cuando. Otra forma es rentar un espacio de trabajo en una oficina compartida con otras personas que trabajen como tu lo haces.
2. Organízate para que te paguen
Cuando trabajábamos en una empresa, el departamento de finanzas, recursos humanos y de TI nos hacían llenar un par de formularios al principio de nuestro trabajo y una vez llenados nuestro sueldo venia mes a mes.
Ahora que trabajas por tu cuenta esto cambia por completo, cuando tu eres el encargado de pagar tu salario, tienes que administrar tus tiempos, la información que necesitan tus clientes para hacer los depósitos correspondientes, organizar tus cuentas bancarias e incluso calcular tus impuestos. Esto significa que tienes que estar ORGANIZADO.
Es importante que desde el principio de tus labores como freelance, asignes un tiempo especial para entender y aprender todo lo relacionado a pagos, depósitos, impuestos y demás temas para que tus finanzas, cuentas bancarias e impuestos no tomen más tiempo del necesario cada mes.
3. Da seguimiento correcto a tus clientes
Desafortunadamente, trabajar duro no te hará un excelente freelancero. Puede que seas el diseñador más talentoso del mundo, pero si no sabes hacer conexiones, darle seguimiento a tus clientes y ser persistente es muy probable que no obtengas nuevos clientes pronto. De hecho, una de las cosas más importantes para cualquier persona que trabaje como freelance es mantenernos siempre en el radar de las personas que pueden estar interesadas en nuestros talentos y servicios.
Forma una rutina en la cual escribas a una par de clientes y clientes potenciales al menos una vez a la semana. Mantente en contacto con aquellas personas que están mejor conectadas que tu y que pueden servirte como referencia a nuevos negocios.
4. Maneja tus flujos de efectivo
Trabajar como freelance es efectivo en costos, en la mayoría de los casos solo necesitas una computadora y tu cerebro para arrancar tu negocio particular. Pero también es importante que cuando comienzas, tomes un tiempo para establecerte y adquirir a tus primeros clientes. Recuerda que habrá momentos de alto estrés donde no tendrás clientes o flujo de efectivo por 30 días o más.
Es apropiado y aconsejable, tener un dinero ahorrado para afrontar este tipo de meses, bajos.
5. Pide ayuda
En las empresas grandes usualmente hay: entrenamientos sobre temas específicos, actividades enfocadas al desarrollo profesional y grupos de apoyo para ayudarte en el desarrollo de cierta habilidad o de cierta función especifica que necesites desarrollar.
Cuando estas por tu cuenta, puede que te sientas confundido y atorado con algunos temas. Por ejemplo muchos de nosotros no sabíamos nada acerca del pago de impuestos, hasta que comenzamos a organizarnos para hacer nuestras primeras declaraciones fiscales. Lo mejor que puedes hacer en esos momentos es preguntar a amigos, colegas y otros freelanceros que ya hayan vivido tu misma situación. Muchos de ellos estarán más que contentos de poder ayudar a alguien en un tema por el que ellos ya pasaron.
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